Ya son al menos 180 los fallecidos confirmados por las inundaciones de esta semana en Alemania, que acapara la mayor parte de decesos, con 155, según las últimas estimaciones de este domingo, y Bélgica, que mantiene sus fallecidos en 27.
El último balance en Alemania tiene lugar tras la confirmación de otros 45 muertos más durante las últimas horas en el estado de Renania del Norte-Westfalia, en el oeste del país, mientras la Policía teme el hallazgo de nuevos fallecidos a lo largo de este sábado la zona de Ahrweiler, epicentro de la catástrofe en el estado de Renania-Palatinado.
Dentro de los acontecimientos de las últimas horas hay que destacar la declaración adicional de la zona de desastre en Alta Baviera, el sabado por la noche, tras el fallecimiento de dos personas, aunque todavía no está claro si sus muertes están directamente relacionadas con las inundaciones.
Angela Merkel planea visitar este domingo el municipio de Schuld, en el estado de Renania-Palatinado, antes de dar una rueda de prensa con la ministra principal del estado, Malu Dreyer.
La Policía alemana ha confirmado además otros 670 heridos, la mayoría en el valle de Ahr, donde las carreteras siguen bloqueadas y los puentes, destruidos.
Situación en Bélgica
Bélgica mantiene el balance de víctimas mortales en 27 personas, pero todavía 103 siguen desaparecidas y las posibilidades de encontrarlas con vida disminuyen a cada minuto que pasa.
En la región de Valonia, en el sur del país, unos 41.000 hogares se han quedado sin suministro eléctrico, por lo que las autoridades han anunciado la liberación de fondos de emergencia para ayudar a las poblaciones afectadas.
Las autoridades han alertado de que la «situación en la red de distribución eléctrica sigue siendo extremadamente complicada». Además, la movilidad se encuentra gravemente limitada, con los servicios de trenes y autobuses suspendidos.
Finanzas prepara 300 millones de ayudas directas
El Consejo de Ministros de Merkel abordará previsiblemente el próximo miércoles un paquete especial, en el que se contemplan tanto ayudas directas a los afectados como a la reconstrucción de las infraestructuras arruinadas en la región.
El ministro de Finanzas, Olaf Scholz, aspirante socialdemócrata a la cancillería, ha avanzado a los medios que no se escatimarán recursos. Se prevé un monto de al menos 300 millones en ayudas directas a los damnificados, que empezarán a activarse este mes de julio.
Hasta ahora no hay una evaluación ni siquiera aproximada de la cuantía de los daños. En las inundaciones de 2013, menos dramáticas pero que afectaron a ocho de los 16 «Länder» del país, el Ejecutivo aprobó un paquete especial de 8.000 millones de euros.