La saga Resacón podría tener una cuarta parte. Eso sí, sin Bradley Cooper y sus amigos. Y con Magaluf como escenario. Y hay que añadirle a la historia una moto alquilada que acaba en el agua, varios amigos en una despedida de soltero procedentes de Inglaterra y el aeropuerto de Palma. Y también a la Guardia Civil.
Un joven turista británico no ha podido casarse en su país natal tras ser arrestado el pasado fin de semana en Son Sant Joan por haber tirado al mar una moto que previamente había alquilado junto a sus amigos en Magaluf. Puesto a disposición del juzgado de guardia de Vía Alemania, en Palma, el pasado martes, el juez le retiró el pasaporte para que no saliera de la Isla y le impuso una fianza de 6.000 euros. Veía riesgo de fuga.
El detenido se casaba el día siguiente y lo hizo saber mientras le tomaban declaración. «Pagaré hoy, me caso mañana en mi país. Tengo que irme sí o sí». Pero el dinero no llegó. Desde el Brexit, las transferencias procedentes de Reino Unido pasan más filtros que hace unos meses, de ahí los problemas para el abono de la garantía fijada por el juez. El resultado: no pudo contraer matrimonio con su novia tras protagonizar una gamberrada durante su despedida de soltero.
Los hechos se remontan al pasado fin de semana. El protagonista de ‘Resacón en Magaluf' había llegado a la Isla días atrás. Junto a él, varios amigos y todos con un objetivo: hacer de su visita al enclave turístico por excelencia de los jóvenes británicos algo inolvidable. Como en la película. Pero allí, a pesar de las miles de aventuras vividas, tanto en Las Vegas como en Tailandia, los novios llegaban, no sin apuros, a sus respectivos enlaces.
Esta vez el personaje real de esta historia no corrió la misma suerte que Doug y Stu. Tuvo que avisar a la que iba a ser su mujer de que había sido detenido en Mallorca y no iba a llegar a tiempo a su boda. Estaba previsto que ayer pagase la fianza de los 6.000 euros y pudiera volver a su casa, donde le espera su novia. O no.