El joven que atracó un supermercado de Son Rapinya a punta de pistola ha sido condenado a dos años y un mes de cárcel. La jueza ha tenido en cuenta las circunstancias agravantes de disfraz, ya que cometió el asalto con el rostro tapado por la capucha de la cazadora, y la de reincidencia. También ha apreciado la atenuante de reparación del daño después de que haya consignado 4.500 euros para las víctimas y la de toxifrenia porque sufría una grave adicción a las drogas.
Los hechos tuvieron lugar a las 22.30 del pasado 25 de enero. Los trabajadores del supermercado Preti estaban a punto de bajar la persiana cuando el atracador entró con una pistola en el establecimiento. El joven, español de 31 años, bajó la persiana y, una vez dentro, se dirigió al propietario del local y le pidió que le entregara el móvil. El hombre, atemorizado, se atrincheró en el baño del supermercado. El acusado empezó a golpear la puerta de cristal de la oficina, donde se habían escondido dos empleadas, hasta que consiguió romperla. A continuación, exigió a las trabajadoras que le dieran sus móviles y dinero de la caja. Las mujeres le entregaron sus teléfonos y el delincuente huyó.
La Policía Nacional detuvo poco después al atracador en el interior de su vehículo y recuperó los dos móviles. El juez decretó el ingreso en prisión del joven, que cuenta con múltiples antecedentes y sufre una grave adicción a las sustancias estupefacientes. Los agentes le intervinieron varias bridas negras en su poder. El ministerio público reclamaba una condena de cuatro años y medio de cárcel para el acusado y que indemnice con 1.500 euros por los daños morales a cada uno de los tres perjudicados.