No es un caso aislado, ni mucho menos, pero lo cierto es que en las últimas semanas el vandalismo se ha disparado en Magaluf. Concretamente el que tiene como objetivo hacer daño a los coches estacionados. El último episodio tuvo lugar la madrugada del pasado miércoles en el aparcamiento público ubicado en la esquina de la avenida Notario Alemany con Lope de Vega. Una docena de vecinos descubrieron a primera hora de la mañana del miércoles que sus vehículos habían sufrido desperfectos: retrovisores rotos, limpiaparabrisas arrancados y hasta lunas fracturadas.
La indignación entre los residentes ha aumentado en los últimos días. Una de las perjudicadas, en declaraciones a Ultima Hora, no puede ocultar su decepción: «No entiendo cómo alguien puede divertirse haciendo esto», apunta. A ella le rompieron un retrovisor, que le costará unos 300 euros arreglarlo, y los limpiaparabrisas. «Ahora mismo no tengo dinero para arreglar el retrovisor, le he podido poner dos tornillos y circulo así», sostiene.
A pesar de los desperfectos no ha denunciado a la policía. «¿Para qué? Me pasó algo similar hace unos años y me dijeron que no hay cámaras allí y no pueden hacer nada», explica contrariada. Ella y el resto de perjudicados apuntan a los jóvenes turistas –hay varios hoteles cerca–, que reconocen necesarios en la zona, pero no de esta manera. «¿Este es el tipo de turismo que queremos?», se pregunta la joven.