Una colilla de cigarrillo es la principal hipótesis que baraja la investigación como causa del incendio que afecta actualmente a 140 hectáreas del parque natural Cap de Creus entre los municipios de Llançà y Port de la Selva (Girona).
Los mandos del dispositivo de emergencias desplazados a la zona han anunciado esta línea de trabajo y que se rastrea ahora el ADN que podría contener la colilla hallada junto a la carretera que une los dos municipios afectados para tratar de identificar al responsable del fuego.
En estos momentos, más de doscientos bomberos trabajan en la extinción del incendio con noventa vehículos terrestres y quince medios aéreos.
El fuego se encuentra en evolución a las 21:00 horas, aunque su potencial ha disminuido considerablemente y el alcance máximo que se contempla ahora es de 300 hectáreas frente a las 2.000 que se barajaban a lo largo del día.
Las llamas han obligado a evacuar a 180 personas de tres urbanizaciones y visitantes del monasterio de Sant Pere de Rodes y se han habilitado centros de acogida en Llançà y Port de la Selva, aunque muchas personas han preferido dirigirse a domicilios de familiares y amigos, al no estar previsto que puedan regresar a sus casas a corto plazo.
El jefe de bomberos de la región de Girona, Jordi Martín, ha concretado que 30 de estas personas han sido desalojadas en el término de Llançà y unas 150 en el de Port de la Selva.
Martín ha anunciado también que hay tres heridos leves que corresponden a dos bomberos y a un agente forestal que ha sufrido un golpe de calor.