El coleccionista de fauna disecada tenía un centenar de anuncios en la web Milanuncios en los que vendía trofeos de caza de animales protegidos. Este lunes, en el juicio, en el que la Fiscalía reclama cinco años de prisión para el acusado, el vendedor guardó silencio: ni discute los anuncios ni que fueran animales protegidos. Su defensa plantea su absolución porque sostiene que la investigación de la Guardia Civil fue irregular.
Un agente del Seprona de la Península se topó con algunos de los anuncios en 2018. Se ofrecía un colmillo de elefante por 35.000 euros, un elefante completo por 4.000 y otro por 20.000, un antílope por mil y un lobo por 2.800. El agente se hizo pasar por un comprador y preguntó por las piezas y, sobre todo, sobre la licencia para venderlas, distinta a la que ampara la tenencia. El acusado no tuvo reparos en informar al que creía un ciudadano más y le envió un listado completo con decenas de trofeos más. La defensa considera que este modo de actuar por parte de la Guardia Civil invalida la investigación que terminó en el hallazgo de decenas de piezas de animales en peligro de extinción en los registros de las viviendas del acusado en Palma y en Puigpunyent. La Fiscalía defiende la actuación del cuerpo y señala que los indicios estaban al alcance de cualquier en una web abierta.
En sus conclusiones definitivas, el ministerio público mantuvo la petición de cinco años de cárcel por un delito contra la fauna y otro de contrabando. Además, reclama al acusado una multa de más de 600.000 euros. El juicio quedó visto para sentencia pese a los habituales problemas con las videoconferencias.