Beatriz, la madre de las niñas Anna y Olivia, ha agradecido este sábado la labor realizada tanto por la Guardia Civil como por la tripulación del buque de búsqueda Ángeles Alvariño, ya que gracias a ellos puede sentir a sus niñas con ella, «de otra manera, pero las puedo sentir a mi lado».
En una carta remitida a la tripulación del buque Ángeles Alvariño, Beatriz señala que quería ir al barco a agradecer toda la labor que están haciendo, pero como le han dicho que era peligroso ha escrito la misiva, en la señala que, junto al magnífico trabajo de la Guardia Civil han hecho que la verdad salga a la luz.
Las niñas desaparecieron en Tenerife el pasado 27 de abril junto a su padre, Tomás, y el cadáver de la mayor, Olivia, de 6 años, fue encontrado el 6 de junio por el buque Ángeles Alvariño, a una profundidad de unos 1.000 metros.
En el escrito, Beatriz indica que por «muy devastadora y cruel que fuera siempre es mejor saber la verdad», y por ello agradece a Guardia Civil y tripulación del Ángeles Alvariño su trabajo porque así puede sentir a sus hijas con ella. Dice Beatriz que pensaba que a veces sentía paz por tanta gente rezando y enviando amor, protección, que de alguna manera ella sentía.
Pero «eran las niñas también que están conmigo, pero yo no quería creer eso porque quería encontrarlas. Gracias a ustedes puedo vivir y poco a poco sumida en la tristeza, pero en la paz y en el amor de saber que sabemos la verdad. No solo yo, todo el mundo que también lo está sufriendo», añade.
Beatriz reconoce que esto es «algo que nunca se supera, pero se aprende a vivir con ello. Si no la hubieran encontrado, yo nunca habría parado de buscar. Mi única meta habría sido encontrarlas. Buscarlas, cuando realmente desde el 27 de abril ya no están físicamente aquí. Ahora mi meta gracias a ustedes es distinta, es tratar de dar amor como todos ustedes lo han hecho con nosotras».
Destaca que en el mundo hay muchas más personas buenas y compasivas que malas, «y cuando veamos a alguien que puede ser malo que se dé cuenta, sienta vergüenza y actuar inmediatamente. Han hecho una labor increíble, sé lo difícil que fue y han sido increíbles».
Concluye al decir que las puertas de su casa están abiertas para todos siempre, «y estaría encantada de conocerles», para firmar «con todo el agradecimiento y cariño, Beatriz , Olivia y Anna, siempre juntas».