Circuló cinco kilómetros en contradirección, bebido y con rastros de droga en la sangre. El conductor que mató a su hermano de 18 años, que iba como copiloto y que causó graves heridas a una joven en un accidente en la carretera de Inca ha aceptado una condena de ingreso en prisión: dos años y medio de cárcel. En el juicio, celebrado este viernes en un juzgado de Palma, la defensa ha alcanzado un acuerdo con la Fiscalía que reduce levemente la pena de cárcel y que, como accesoria, retira el permiso de conducir al acusado. La defensa intentará pedir la suspensión del ingreso en el juzgado que ejecuta la condena, aunque la condena supera el mínimo de ingreso salvo para adictos a las drogas. El acusado, aunque admitió todos los hechos, intentó poner una salvedad: «Drogas no tomé». Asume delitos de conducción temeraria, homicidio imprudente y lesiones por imprudencia grave.
El accidente ocurrió el 27 de enero de 2018 de madrugada en la autovía de Inca. El acusado había consumido una gran cantidad de alcohol y se incorporó a la vía en la salida de Alaró en contradirección. Circuló cinco kilómetros. Dos coches consiguieron esquivarlo y se apartaron al arcén. La primera de las víctimas no pudo. Una joven que conducía un Seat Altea inició un adelantamiento y, cuando pasó al carril izquierdo se encontró de pronto con el coche del acusado en contradirección. El choque fue frontal y muy violento.
La conductora del Seat resultó herida grave y tuvo que ser intervenida de forma urgente. La peor parte se la llevó el copiloto, el hermano de 18 años de edad del conductor. Falleció en el acto . El conductor, también herido grave fue trasladado a un hospital. El análisis de sangre reveló una tasa de alcohol cuatro veces superior a la permitida. Además dio positivo en benzodiacepinas cuya combinación con el alcohol es especialmente peligrosa.