Una ciudadana alemana compareció este miércoles en el juzgado de instrucción acusada de presentar un certificado falso de defunción para eludir un procedimiento penal en su contra. La mujer, una asesora fiscal, había sido citada para comparecer por un juez a finales de 2020 y su familia presentó este documento. Más tarde fue localizada en Santa Ponça y ahora se le imputa un delito de falsedad documental.
En su comparecencia de ayer, asistida por los abogados Pedro Munar y Tomeu Simonet, admitió que presentó ese documento. Solo respondió a preguntas de sus letrados y explicó que no quería evitar el proceso judicial sino simplemente ganar algo de tiempo porque se encontraba en un momento de estrés personal. Señaló que estaba pendiente de varios procedimientos tributarios que quería solucionar y que sus padres se encontraban mal de salud en ese momento. «Estaba claro que me iban a pillar, pero quería algo de tiempo», manifestó ante la magistrada del Juzgado de Instrucción 2 de Palma.
La acusación particular, que representa a una empresa alemana que acusa a la asesora fiscal de un fraude de un millón de euros, reclamó su ingreso en prisión preventiva por riesgo de fuga. La Fiscalía se opuso a la medida y la magistrada la desestimó porque entiende que no existe peligro de que se marche ni de que destruya pruebas. Aquel procedimiento penal en su contra se inició en 2014 cuando la ahora imputada trabajaba para la firma que la acusa. Ante el tiempo que ha pasado la magistrada entiende que no tiene sentido acordar medidas cautelares de esa dureza y sólo le impone la obligación de comparecer de forma periódica en los juzgados.
Las acusaciones sostienen que intentaba evitar la investigación penal y que permaneció oculta durante meses a pesar de que llevaba una vida activa en las redes sociales, una de las pistas para su detención.