El científico sueco acusado de abusar sexualmente de una camarera de pisos en un hotel de Can Pastilla en septiembre de 2019 no se presentó este martes al juicio. Pero se celebró igualmente. Las partes escucharon a la víctima, que relató, entre lágrimas, lo ocurrido aquella mañana.
«Estaba limpiando la 417, era una salida, el cliente se marchaba, y de repente entró un hombre gritando ‘africana, africana' y me agarró de los pechos», explicó la perjudicada, de origen sudamericano. La mujer se tuvo que refugiar en el balcón de la habitación para pedir ayuda.
Pudo sacar el móvil y llamó a la propietaria del establecimiento, que envió a los técnicos de mantenimiento a la habitación. Allí se encontraba la víctima en estado de shock. «Minutos más tarde escuché su voz en una habitación cercana, la 421», relató la perjudicada.
Poco después acudió una patrulla de la Policía Nacional, que detuvo al sospechoso, que resultó ser un reputado científico sueco. Uno de los agentes apuntó en la vista que el varón se mostró arrepentido por lo ocurrido.
La Fiscalía solicita para el acusado un año y medio de prisión y que indemnice a la empleada del hotel en 1.000. El abogado defensor, la absolución. Presentó un informe forense en el que señala que K. K. A. sufre un déficit cognitivo.