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Doble crimen en sa Pobla

El asesino de sa Pobla tiene un preso de apoyo las 24 horas para que no se suicide

Durante dos semanas estará en cuarentena y aislado también por motivos sanitarios

El miércoles al mediodía el asesino marroquí pasó a disposición judicial en Inca y la jueza ordenó su ingreso en prisión. | Atienza

| Palma |

«Muy abatido». Ali Khouch, el marroquí que mató a su mujer embarazada y a su hijo se 7 años en sa Pobla, está vigilado las 24 horas en la cárcel de Palma por un preso de apoyo, para evitar que se intente autolesionar. El criminal se encuentra «hundido» anímicamente y con síndrome de abstinencia debido a su fuerte adicción a la cocaína.

El autor confeso de las dos muertes permanece en el departamento de Ingresos del centro penitenciario de la carretera de Sóller y de momento no ha recibido amenazas de otros reclusos, aunque su contacto con ellos ha sido mínimo.

Dos semanas

En principio, permanecerá aislado y en cuarentena durante dos semanas, no solo para seguir de cerca su evolución, sino también por motivos sanitarios y para cumplir con los protocolos contra el coronavirus.

Ali Khouch, en la tarde del lunes, envió dos mensajes de WhatsApp a su cuñado y a un hermano confesando el doble crimen de sa Pobla. La familia de Warda y Mohamed acudieron rápidamente a la casa del número 43 de la calle Santa Catalina Thomàs y la encontraron cerrada. Un niño de trece años, sobrino de la mujer, se pudo colar por un ventanuco y descubrió los dos cuerpos sin vida. La escena era dantesca. Madre e hijo estaban a dos metros uno del otro, en la sala, boca abajo. Habían sido estrangulados.

Después, el agresor, de madrugada, condujo hasta Palma y se desvió a Son Banya, en busca de cocaína. Al día siguiente se entregó, aunque luego se negó a declarar ante la Guardia Civil. En su interrogatorio ante la jueza sostuvo que no se acordaba de nada porque iba muy drogado.

Colecta para recaudar fondos y poder repatriar los cadáveres a Marruecos

Desde la mezquita de sa Pobla, se está organizando una recolecta para poder costear la repatriación de los dos cadáveres hasta Marruecos, donde serán enterrados. Warda era natural de Nador, al igual que su marido Ali, que era además su primo. La pareja llegó a Mallorca hace unos diez años y ya desde el principio el carácter violento de él, y sus excesos con la cocaína y el alcohol, provocaron que se separaran en varias ocasiones y que ella lo denunciara por malos tratos dos veces. Sin embargo, en ambos casos acabó retirando las acusaciones porque, según contaron sus amigas, estaba muy enamorada de Ali y quería rehacer su vida con él. En enero se reconciliaron de nuevo y poco después ella quedó embarazada, aunque él seguía maltratándola.

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