Segunda inspección en menos de 15 días y precinto de la actividad por graves incumplimientos.
A las 16.30 horas del pasado sábado, agentes del Grupo Alazán (Policía Nacional), acompañados de la Patrulla Verde (Policía Local) e inspectores de Turisme y Sanitat del Govern balear, irrumpieron de nuevo en las instalaciones de Sa Possessió, sito en la calle Gremi Velluters, número 14 de Palma. Los policías localizaron una fiesta con 80 personas dentro con Dj's y sin cumplir las medidas sanitarias. Los clientes no llevaban mascarilla, no respetaban la distancia de seguridad y había mesas con más personas de las permitidas.
A todo ello, no se servía comida y actuaban como bar de copas, actividad totalmente prohibida. Los organizadores para tratar de eludir el control policial habían colocado al Dj's en una habitación de la segunda planta y los altavoces los tenían escondidos en las ventanas. Agentes de paisano lo detectaron e informaron a los policías uniformados. Una semana antes, los dueños de Sa Possessió habían sido sancionados con dos faltas muy graves. Además se les precintó la cocina por malas condiciones de salubridad (técnicos de Sanitat). Una semana después, quisieron hacer un pulso a las patrullas policiales e incumplieron de nuevo las normativas vigentes. Govern y Patrulla Verde levantaron dos actas por música y precintaron la instalación.
En sus redes sociales, anuncian la suspensión de un fiesta «por motivos ajenos a su voluntad», pero desde los cuerpos policiales dejan muy claro que el motivo es un incumplimiento continuado de las ordenanzas y medidas COVID.