La madre detenida en Palma por maltratar durante tres años a su hijo, que ahora tiene 13, golpeándole con una correa sin motivo aparente se negó a declarar ante el juez de guardia, que dictó una orden de alejamiento del menor.
El caso, adelantado en exclusiva por Ultima Hora, se conoció después de que el jueves el adolescente recibiera una nueva paliza y decidiera huir de la casa, para refugiarse en la de un amigo del colegio.
Llamó a su padre
Sus padres, rumanos, están separados y ella vive en Palma con su novio, mientras que el progenitor se encuentra en su país. El niño pudo avisar a su padre, que contactó con la Policía Nacional. Los agentes buscaron a la mujer y procedieron a su detención, por un delito de maltrato en el ámbito familiar.
La acusada se negó a declarar ante los investigadores y el viernes pasó a disposición judicial en Vía Alemania. Allí, de nuevo, se acogió a su derecho a no declarar y el juez la dejó en libertad con cargos, aunque con medidas cautelares. Una de ellas es una orden de alejamiento del niño, que en la actualidad se encuentra acogido en un centro especial de la Isla. La progenitora, de hecho, ha perdido la custodia.
Según contó el menor, hacía tres años que lo trataba con gran violencia y su padrastro no solo consentía los golpes, sino que la animaba a que fuera muy dura con él.
Además, tras ser explorado en el hospital de Son Espases, se detectó que presentaba una lesiones graves del año pasado y se averiguó que se las produjo porque, con 12 años, lo obligaron a trabajar en una obra de la Part Forana. Allí sufrió un accidente laboral grave, pero no recibió asistencia médica y le quedaron secuelas visibles.