Habían decidido poner punto y final a su relación sentimental, pero tenían cuentas pendientes. Un ordenador portátil y, según el acusado, dinero. La perjudicada le devolvió la computadora pero no accedió a la cantidad económica. Y ahí empezó su infierno.
Durante meses el imputado, tal y como relata la Fiscalía en su escrito de acusación, con la intención de molestar a la mujer empezó a llamarla por teléfono insultándola. Y no sólo eso, también le dejó reseñas negativas en Google en la página profesional de su exnovia. Por todo ello se enfrenta a una pena de dos años y medio de prisión.
Problemas
El hostigamiento se prolongó durante meses, entre septiembre de 2019 y hasta al menos el 26 de noviembre de ese mismo año. Cuando la mujer no aceptó devolverle el dinero que él exigía después de la ruptura sentimental empezaron los problemas.
El procesado, de acuerdo al relato de la Fiscalía, empezó a llamarle por teléfono para insultarle de manera repetida. Antes ya le había enviado correos electrónicos. Esto también lo hizo con la hermana en similares términos, utilizando también palabras ofensivas.
El procesado dio un paso más en su hostigamiento y usando el perfil público que tenía su expareja en Google, ya que es abogada en ejercicio, empezó a dejarle reseñas negativas. No sólo él, sino que también utilizaba a familiares para llevar a cabo su cometido.
El imputado debido a sus conocimientos de informática ayudó a la perjudicada a poner en marcha una página web profesional. Para ello compraron un dominio. Como las gestiones las hizo él, en marzo del pasado año se puso en contacto con la empresa de alojamiento en Internet para recuperar el control de la página. Y en abril de 2020 permitió que el dominio web saliera a subasta.
El hombre, de nacionalidad española, está acusado de un delito de coacciones graves y se enfrenta a una pena de dos años y medio de prisión. Asimismo la Fiscalía pide para él que no se acerce a la perjudicada a menos de 500 metros durante cinco años. La vista está prevista que se celebre en unos días en una sala de lo Penal de Vía Alemania, en Palma.