–¿Por qué estuvo conmocionado si no había hecho nada?, preguntó la fiscal, este martes, al acusado de matar de una patada a un turista en un pub de Punta Ballena (Magaluf).
–Sí, sí que había hecho. Pegué un guantazo al señor Henderson.
–¿Cuánto tiempo lleva trabajando en Magaluf?
–Desde el año 2006.
–¿Y cuántos incidentes podía haber por la noche?
–Hay incidentes todo el tiempo, pero no conmigo.
Paul Lee Waugh, que trabajaba como relaciones públicas del establecimiento, insistió ante el jurado popular en la Audiencia de Palma que él no pateó en la cabeza a la víctima, Aaron Henderson, la noche del 27 de abril de 2018, en el exterior del local.
Guantazo
«Como he explicado muchas veces, pegué un guantazo al señor Henderson. No sabía si iba solo. Se encontraba muy borracho y no sabía si tenía amigos. Muchas veces en Magaluf aparecen grupos de jóvenes y yo estaba preocupado por mi seguridad, que el joven tuviera 10 amigos y me buscaran. No era una situación normal para mí. Estaba conmocionado, nervioso, tenía miedo», relató en la segunda sesión del juicio, asistido por un intérprete de inglés.
La fiscal Teresa Vadell volvió a preguntarle por los motivos por los que se cambió de gorra en dos ocasiones tras el incidente. «Cualquiera que me conozca sabe que tengo complejo por mi piel y es normal que me cambie de gorra continuamente».
Las cámaras del pub registraron cómo el presunto autor del homicidio hacía el gesto de una patada durante una conversación con su jefe. Paul Lee aclaró que le comentaba que la policía sospechaba que el dueño del local era el agresor.
El padre de la víctima declaró a través de una videoconferencia desde Irlanda que se enteró de la muerte de su hijo por una llamada del Consulado Británico: «Nadie me devolverá a mi hijo», lamentó. El juicio continúa este miércoles.