Dos empresarios, ambos propietarios de una empresa de transportes, se enfrentan a una pena de dos años de prisión cada uno de ellos y el pago de una indemnización de más de un millón de euros por un accidente laboral que dejó parapléjico a un trabajador, de 62 años, en octubre de 2017 en Palma.
Los imputados están acusados de delitos contra los trabajadores y de lesiones imprudentes y serán juzgados en una sala de lo Penal de Vía Alemania.
Chófer portacoches
Los dos procesados, que son familia, eran los propietarios de una empresa de transportes. Entre sus funciones, tal y como señala la Fiscalía en su escrito de acusación, se encontraban la de garantizar la salud de sus empleados, así como facilitar un equipo de trabajo seguro.
En octubre de 2017 uno de los trabajadores, que ocupaba el puesto de chófer de portacoches, realizó un traslado de vehículos, con un camión Iveco, desde Cala Rajada hasta el polígono de Son Oms, en Palma. Y allí sufrió el terrible accidente. Mientras descargaba vehículos de la plataforma de arriba, después de realizarlo con los de abajo, e intentaba desenganchar la rueda de uno de ellos, perdió el equilibrio yéndose hacia atrás. Se golpeó contra los soportes verticales y acabó precipitándose desde una altura de 2,90 metros. El empleado no utilizó los arnés de seguridad porque, según apunta el ministerio público, los acusados no se los facilitaron.
Como consecuencia del golpe el perjudicado quedó parapléjico y con un trastorno depresivo mayor crónico.
Los acusados se enfrentan a dos años de prisión y al pago de una millonaria indemnización al empleado accidentado.