Nuevo fin de semana repleto de sanciones e incumplimientos, tanto en Palma como en la Part Forana.
Más de 150 personas fueron sancionadas por agentes del Grupo Alazán de la Policía Nacional, Patrulla Verde (Policía Local de Palma) y los inspectores de Sanitat y Turisme del Govern balear por incumplientos de la normativa COVID 19, documentación y licencias de establecimientos.
La policía irrumpió el sábado en un conocido burdel, ubicado en la calle Savina. Los agentes realizaron vigilancias y observaron un trasiego de clientes entrando y saliendo del prostíbulo. La fuerza actuante ya tenía conocimiento que dicho local tenía un precinto de actividad por inspecciones anteriores. Una vez dentro, se identificó a siete mujeres y varios clientes. Se levantaron actas de precinto de actividad, incumplimiento, cámaras y actividad ilegal. Además de las correspondientes por normativa COVID.
En la calle Volta de la Mercè de Palma, a las 20.15 horas, los agentes fueron requeridos porque en el mencionado lugar se estaba celebrando una fiesta ilegal con 14 personas. Música, luces y desfase. Los vecinos no paraban de llamar para quejarse y los chicos alegaron que eran todos convivientes. Trataron de justificar que trabajaban todos en un barco y que las documentaciones estaban en la embarcación. Los agentes acompañaron a uno de los jóvenes hasta el barco y resulta que estaba fuera del agua y en fase de mantenimiento. Se identificaron a todos los participantes (diferentes nacionalidades) y se procedió a sancionarlos a todos.
Por otra parte, en el merendero de sa Coma, conocido popularmente como el de Joan March, se congregaron más de 400 personas, muchos de ellos sin mascarillas. La Policía Local de Bunyola y la Guardia Civil procedieron al desalojo de la zona y sancionaron a varias personas por no acatar las instrucciones policiales.