La jueza de Penal 4 de Palma ha condenado a una pena de prisión a una vecina de Algaida que no llevó al veterinario a su perra que estaba gravemente enferma y sufría por sus dolencias irreversibles.
El caso fue descubierto por la Policía Local de aquella localidad en en los últimos meses de 2019, cuando se detectó que una bulldog francés de 10 años de edad se encontraba en «condiciones inadecuadas de higiene» y padecía cataratas, debilidad generalizada y temblores, otitis y no podía apoyar una de sus extremidades en el suelo.
Pese a todo, la sentencia recalca que la acusada «pudo darse cuenta en atención de los síntomas que la perra presentaba», pero «no acudió al veterinario en ningún momento, sometiendo con ello al animal a un constante y cada vez mayor estado de sufrimiento».
El pasado 23 de diciembre de 2019, tras la intervención policial, la perra fue entregada a la Fundación Natura Parc, que descubrió que además padecía un cáncer cerebral irreversible, por lo que le practicaron la eutanasia al día siguiente. Ahora, la jueza ha condenado a la propietaria a dos meses de cárcel que pueden ser sustituidos por una multa de cinco euros diarios durante cuatro meses. La vecina de Algaida también deberá pagar las costas del juicio e indemnizar a Natura Parc.