El hombre con discapacidad, que denunció el pasado lunes que había sido objeto de un secuestro en Manacor, ha reconocido este miércoles ante el juez que consintió las torturas. Además, ha confesado que interpuso la denuncia por miedo a represalias, ya que no tenía dinero para pagarles el premio del juego que él mismo había creado.
El juez de instrucción número 3 de Manacor ha tomado declaración al varón, quien ha asegurado que pidió a los participantes que le hiciesen «una putadilla» que le durase de por vida; de ahí los tatuajes de penes que le realizaron en la cara.
Se ha referido a uno de los mensajes que él mismo escribió en el grupo de whatsapp que tenía con los ahora detenidos en el que aseguraba «podéis hacer conmigo lo que os de la gana».
Además, ha señalado que hubo un momento, durante el juego, que los participantes querían parar y hacer una siesta y que él se negó porque quería seguir jugando.
Pese a esta confesión, el hombre ha reconocido que no esperaba que los ahora detenidos se atrevieran a tanto y llegasen tan lejos.
El joven ya fue investigado años atrás por ofrecer dinero en unas pruebas y no pagar a las personas que participaron en ellas.
Tras declarar ante el juez, la víctima ha sido acompañada por la Policía Nacional hasta Palma donde se ha reunido con familiares y amigos. Las próximas dos noches está previsto que las pase en un hostal hasta que Asuntos Sociales gestione su ingreso en un centro tutelado.
El hombre fue ingresado este martes en el hospital Son Espases para ser atendido de las lesiones que presentaba. Nada más acceder al complejo hospitalario se le practicaron curas en las heridas de los tatuajes que le hicieron por todo el cuerpo y le extrajeron grapas y chinchetas que tenía clavadas en la piel.
Los tatuajes que presenta en todo su cuerpo deben cicatrizar durante unos 20 días hasta que profesionales de estética puedan empezar el tratamiento para retirarlos.
Por otra parte, los siete de los ocho detenidos prestarán declaración ante el juez en las próximas horas.