«Estaba esperando el autobús en la Plaça dels Nins, en el Arenal, cuando se sentó a mi lado un chico, extranjero de unos 23 años. Me preguntó mi nombre en Instagram, pero no se lo quise dar. Acto seguido, me pidió hacerse una foto conmigo y le volví a decir que no». Así comienza el relato de una joven, vecina de Llucmajor, que denuncia haber sido víctima de las insinuaciones de un joven en la parada del bus.
«En un momento dado, el chico cogió su móvil, abrió su Instagram y me enseñó un vídeo suyo masturbándose. Me giré y le pedí que por favor quitara las imágenes donde se estaba haciendo una paja y se marchara», añade la víctima. El presunto acosador, haciendo caso omiso a sus indicaciones siguió con la reproducción de su vídeo.
Acto seguido, el joven se quedó mirando fijamente los collares que la chica llevaba en su cuello sacando de su pantalón una cadena dorada. Le tocó la muñeca y le dijo que si la quería. En ese instante, la joven trató de levantarse del banco siendo sujetada con fuerza de la mano. Finalmente, la víctima consiguió abandonar apresuradamente el lugar.
Este incidente no ha pasado desapercibido en las redes sociales y han sido muchas las personas que se han interesado en recabar más información para poner los hechos en conocimiento de la policía. El problema es que el sujeto llevaba mascarilla y la descripción de la víctima, debido al nerviosismo de la misma, es muy escueta. Se trataría de un varón de 23 años, piel morena, ojos oscuros y el pelo corto.
A través de las redes sociales han sido varias las personas que manifiestan que esta plaza se ha convertido en un foco delincuencia y que también se vende droga.