Una casa de la calle Pollentia, en Alcúdia, quedó destruida por un incendio que se declaró de madrugada y que afectó a cinco integrantes de una misma familia. El domicilio, según confirmaron en fuentes policiales, estaba okupado.
El fuego se declaró poco antes de las dos de la madrugada y el centro de emergencias del 112 puso en marcha un dispositivo de emergencia en el que participaron guardias civiles, policías locales, bomberos y ambulancias. Las llamas estaban muy extendidas y los agentes de la Benemérita, poniendo en riesgo su vida, decidieron entrar en el domicilio por si había moradores atrapados en el interior.
Habían salido
La familia que vivía en la casa, afortunadamente, había podido salir del inmueble por la parte de atrás y se había refugiado en un descampado. Se trataba de un hombre, marroquí, su esposa española y sus tres hijos. Todos estaban intoxicados por inhalación de humo y el cabeza de familia había sufrido quemaduras en los brazos.
El primer piso cedió por las llamas y las altísimas temperaturas que se estaban registrando y los daños estructurales en la casa hicieron temer que se produjera un derrumbe, por lo que los 28 vecinos de un edificio colindante fueron evacuados, así como una mujer de 85 años que vivía en otra casa próxima.
Todos los residentes se encontraban en buen estado, aunque muy asustados por las llamaradas y la humareda que salían de la casa. Las tareas de extinción se prolongaron hasta pasadas las cuatro y media de la madrugada y la familia intoxicada fue trasladada hasta el hospital de Inca, aunque poco después recibieron el alta. Al matrimonio y sus hijos los servicios sociales les buscaron un alojamiento donde pasar la noche, ya que la casa quedó completamente destruida y precintada, para que nadie pudiera acercarse. La Guardia Civil investiga las circunstancias del siniestro y este miércoles inspeccionó las ruinas.