La acusada de atropellar mortalmente a un joven de 20 años en s´Estanyol la madrugada del 19 de agosto de 2018 afronta una pena de multa de 2.700 euros. La Fiscalía le imputa un delito leve de homicidio por imprudencia menos grave. El juicio se celebrará próximamente en un juzgado de lo Penal de Vía Alemania.
El abogado de la familia de la víctima, Tomeu Vidal, sostiene que la conductora circulaba de forma temeraria cuando arrolló al chico y además no auxilió a la víctima tras el siniestro. Por ello solicita que la imputada sea condenada a siete años y medio de cárcel.
El trágico accidente ocurrió sobre la 1.30 horas de la madrugada en el kilómetro 10,4 de la carretera MA-6015, en las inmediaciones de s´Estanyol, en Llucmajor. La víctima, Alejandro Nicolás Vega-Hazas Martí, fue encontrado agonizando dos horas después y los sanitarios desplazados al lugar solo pudieron certificar la muerte del chico. Sufrió un traumatismo craneoencefálico severo con múltiples fracturas en la cabeza. La Guardia Civil tenía claro que el joven había sido atropellado e inició una investigación. Día y medio más tarde, el 20 de agosto al mediodía, la conductora, de 34 años, se entregó en la comandancia de la Guardia Civil. Leyó en Ultima Hora que había muerto un chico atropellado por donde ella había circulado horas y había tenido un percance. Ante los agentes de la Benemérita explicó lo ocurrido. Escuchó un impacto en su parte izquierda del Renault Megane, pero que no supo con qué se había golpeado. Pensó que se trataba de un animal. Estaba muy oscuro y tenía miedo de salir, así que continuó su camino.
Drogas
En las mismas dependencias de la Guardia Civil se le practicó una prueba de drogas y arrojó un resultado positivo en cocaína y cannabis. Como habían pasado algo más de 24 horas desde que ocurrió el accidente no se pudo concluir que ese momento estuviera drogada y quedó en libertad.