Un hombre ha sido condenado a dos años de cárcel por agredir sexualmente a su empleada del hogar en su piso de Palma en verano de 2018. El acusado, de origen ecuatoriano, tendrá que indemnizar a la víctima, de nacionalidad nicaragüense, con 4.000 euros por las lesiones y el daño moral ocasionado. La chica acude al psicólogo desde que sufrió la agresión.
Los hechos tuvieron lugar la tarde del 3 de agosto en el domicilio del procesado, que está situado en la plaza Madrid de Palma. La jueza titular de lo Penal número 1 de la ciudad considera probado que el hombre comió con la joven en su terraza y estuvieron toda la tarde juntos bebiendo vino y ron.
Alrededor de las 19.30 horas, cuando la mujer se encontraba en el salón con intención de marcharse, el acusado se acercó por detrás y comenzó a abrazarla tocándole los pechos e intentando besarla. La perjudicada lo rechazó, pero el hombre volvió a intentarlo instantes después en la cocina. La chica le dijo que parara, pero el individuo aprovechó que estaba aturdida por el consumo de alcohol para llevarla hasta su dormitorio, donde la tumbó en la cama y la manoseó para, a continuación, bajarle los pantalones y practicarle sexo oral en contra de su voluntad. La víctima logró zafarse tras forcejear con el agresor y abandonó la vivienda.
Mensaje de voz
La jueza otorga total credibilidad a la denunciante, que ha mantenido siempre la misma versión de lo sucedido. La chica trabajaba desde hacía una semana como empleada del hogar para el acusado. Durante el juicio se reprodujo un mensaje de voz que la perjudicada envió a su novio sollozando y pidiéndole ayuda.
El acusado negó los hechos y explicó que se besaron. Según su versión, la mujer se podría haber marchado en cualquier momento de su casa porque, supuestamente, tenía llaves.