Atrincherado en Alcúdia. Un hombre de, 69 años y problemas mentales, tuvo que ser ingresado en contra de su voluntad en un centro hospitalario al no querer se atendido y encerrarse en su casa con cadenas y candados.
Los hechos tuvieron lugar, a las 16.45 horas del pasado martes, en una planta baja ubicada en la calle Guixeria, justo en el casco histórico de Alcúdia.
Varias llamadas alertaron a la central de 112 informando que llevaban días sin ver a su vecino, un hombre mayor y enfermo de COVID-19.
Con suma celeridad, agentes de la Policía Local de Alcúdia y personal del Servei d'Actuació Mèdica Urgent (SAMU-061) acudieron al domicilio para interesarse por el estado del hombre. A su llegada, el varón no respondía y los funcionarios policiales comprobaron que puertas y ventanas estaban cerradas con cadenas y candados.
Base del 061
Tras realizar varias consultas con la central médica y hablar con los vecinos, descubrieron que su hermana, una mujer de 62 años, había fallecido por COVID-19 una semana antes. Por lo que parece, esta persona estaba muy unido a su familiar fallecido y su muerte provocó una crisis. Todo ello, se sumó a la importante deficiencia que presentaba su cuadro médico. Tras numerosos intentos fallidos por parte de los médicos y de la Policía Local de Alcúdia de que el hombre les abriera la puerta, se decidió acceder a la misma a la fuerza.
Los agentes actuantes y el personal sanitario se pusieron los trajes ‘epicovid', es decir, un equipo de protección individual para protegerse de las gotas de la tos, los estornudos u otros fluidos corporales de los pacientes infectados y de las superficies contaminadas que puedan infectarlos.
Con ayuda de una cizalla y una maza, los equipos de emergencia tiraron la puerta abajo y fueron rompiendo las cadenas y candados que el enfermo había instalado en las diferentes puertas y ventanas. La entrada se demoró durante varios minutos. Cuando lograron llegar a la habitación, se encontraron al hombre tendido en la cama muy nervioso diciendo que no quería ser atendido.
Los médicos trataron de convencerle de la importancia de ser tratado en un hospital de la COVID, pero el paciente no estaba muy convencido. En todo momento decía que se había encerrado en su casa (atrincherado) para no salir porque estaba enfermo y que no quería que le pasara a la gente lo mismo que a su hermana. Finalmente, no quedó más remedio que trasladarlo en contra de su voluntad y trasladada hasta el hospital de Son Espases.
Máxima protección sanitaria para acceder al interior de la vivienda
Los policías y sanitarios que accedieron a la vivienda lo hicieron con equipos de protección. Una forma de prevenir la infección es utilizar un equipo de protección individual (EPI), que incluye ropa protectora, guantes, máscara con respirador y gafas protectoras. También se limpiaron la maza y cizalla utilizada.
Dispositivo. Policías y sanitarios, provistos de trajes de protección individual, entrando y saliendo de la vivienda. Durante varios minutos, los equipos de emergencia tuvieron que romper cadenas y candados. Foto: R.S.