Un joven de 30 años ha muerto en la localidad turolense de Andorra tras ser abatido por un guardia civil que había acudido a su domicilio después de que la familia alertara de que estaba muy agresivo y que les estaba amenazando con un cuchillo y un destornillador.
Según han informado fuentes de la Guardia Civil de Teruel, los agentes recibieron el aviso del 112 en torno a las 17.00 horas de este lunes y una patrulla se desplazó hasta el domicilio familiar junto con un equipo de sanitarios que intentaron calmar al joven, que continuó agresivo.
Tras una larga conversación, el hombre atacó a uno de los agentes de la Guardia Civil con un cuchillo que llegó a rajar la chaqueta pero que no le hirió porque llevaba chaleco antibalas, según las citadas fuentes.
Fue en ese momento cuando el guardia civil se defendió y abatió al joven, disparando con su arma reglamentaria, según las fuentes, que añaden que el fallecido podría tener problemas mentales.
Los sanitarios intentaron reanimarle durante una hora, pero no lo consiguieron.
Al parecer, uno de los hermanos del joven resultó herido al recibir un impacto de bala en la rodilla, por lo que tuvo que acudir al centro de salud de Andorra, desde donde fue derivado al hospital de Alcañiz.