La Guardia Civil denunció la tarde de este jueves, fin de año, al propietario de una pizzería de Son Servera por tener en el interior de su local a decenas de personas, que al aproximarse la patrulla abandonaron el lugar a la carrera.
Cabe recordar que en Mallorca no se permite el uso de interiores de bares y restaurantes al encontrarse en nivel máximo de alerta por la COVID-19, y que las reuniones sociales están limitadas a seis personas.
Al margen de este suceso, la Guardia Civil ha valorado el desarrollo del dispositivo especial de vigilancia de Nochevieja, subrayando que no se produjeron incidentes graves.
En Can Furnet (Santa Eulària, Ibiza) se estableció un dispositivo de control al haber recibido informaciones de una fiesta en un domicilio de la urbanización. Por la tarde del jueves se identificó a dos personas como presuntos organizadores de la fiesta, sorprendidos en un vehículo cuando transportaban seis litros de 'gas de la risa'. Uno de ellos ya había sido denunciado por fiestas ilegales anteriormente.
Durante la madrugada se ha levantado acta a nueve personas que se dirigían al lugar donde se tenía previsto celebrar la fiesta. Han sido denunciados por incumplir las restricciones de movilidad.
A lo largo de toda la noche se han recibido avisos sobre fiestas, pero una vez comprobados, en la mayoría de casos se cumplía con la normativa.
Por otra parte, en los controles de tráfico se han verificado 135 vehículos y se han levantado siete actas de denuncia por conducir bajo los efectos del alcohol y cuatro bajo los efectos de las drogas.
Este dispositivo se ha coordinado con los Ayuntamientos y las Policías Locales de todas las localidades demarcación de Guardia Civil.
Se pusieron en marcha labores de investigación para identificar en los canales de redes sociales la convocatorias de fiestas ilegales.
Desde primera hora de la tarde del día 31 de diciembre hasta este viernes se han establecido dispositivos de vigilancia en todas las islas, en el que han participado diferentes unidades de la Guardia Civil, entre ellas el Servicio Aéreo en apoyo de la Seguridad Ciudadana.
A primera hora de la tarde del día 31 se establecieron numerosos controles, tanto en interior de poblaciones como en zonas rurales, así como controles de alcoholemia.
Más de 100 patrullas de Seguridad Ciudadana y del Sector de Tráfico de la Guardia Civil han controlado el cumplimiento de la normativa establecida en Baleares.
Además, en todos los puertos tanto el Servicio Fiscal como el Servicio Marítimo de la Guardia Civil han vigilado para evitar posibles aglomeraciones de personas en embarcaciones.