Un hombre de 30 años, que al parecer tiene las facultades mentales perturbadas, fue detenido en Nochebuena después de que tirara abajo la puerta de casa su abuela, en Pere Garau, e intentara apuñalarla en el pecho con una tijeras.
La Policía Local fue alertada por los vecinos de un piso de la calle Médico José Darder donde se había producido una agresión y cuando acudieron se encontraron con que la puerta había sido desencajado a patadas. La señora, dueña del inmueble, se encontraba muy afectada y contó a los agentes que su nieto, fuera de sí, había intentado matarla con unas tijeras de grandes dimensiones.
«Te mataré»
Según su relato, el joven se dirigió directamente hacia ella, al tiempo que le advertía que la iba a matar, y trató de apuñalarla en varias ocasiones, sin conseguirlo. También amenazó a otro familiar que salió en auxilio de la abuela. Cuando otros vecinos acudieron, alertados por los gritos, el atacante se marchó corriendo. El cuartel de San Fernando, de inmediato, puso en marcha un gran dispositivo de búsqueda, ya que el sospechoso iba armado y podía ser un peligro para otros viandantes que se cruzaran con él, ya que según la víctima estaba fuera de sí. El hombre tiene tres detenciones anteriores por distintos delitos y parece ser que sufre una enfermedad mental debido a ciertas adicciones.
La abuela fue evacuada al hospital de Son Llàtzer, para ser atendida por los médicos, y la batida del fugitivo se amplió a otras zonas de Palma hasta que finalmente fue interceptado en la zona de la barriada de Corea.
Sin medicación
Al parecer, él mismo confesó que sufre un trastorno y que ese día no se había medicado, por lo que perdió los nervios y atacó a su abuela. La Policía Local ha traspasado las diligencias a la Policía Nacional, que acusa al joven de tres delitos: tentativa de homicidio, allanamiento de morada y daños intencionados.
El detenido ha ingresado en Psiquiatría de Son Espases
El acusado de intentar apuñalar a su abuela en la barriada de Pere Garau permanece ingresado en el Área de Psiquiatría del hospital de Son Espases, después de que en una primera valoración los médicos acordaran que era la medida más idónea dado su estado mental. La policía examinó la casa asaltada y confirmó que, además de la puerta desencajada a patadas, el nieto también destrozó un televisor y un teléfono, entre otros efectos. Los vecinos contaron que estaba fuera de sí y que no atendía a razones. No es la primera vez que sufre ataques.