La plantación de marihuana oculta en un domicilio de Porto Cristo parecía un bosque. Ocupaba 20 metros cuadrados y medía tres metros de altura. Las plantas engullían a los agentes de la Policía Nacional que las intervinieron en verano de 2019. Los propietarios de la droga, una pareja, han aceptado una condena de dos años de cárcel cada uno por un delito contra la salud pública y sendas multas de 3.000 euros.
La pena de prisión ha quedado suspendida, ya que los acusados, ambos de nacionalidad española, carecen de antecedentes penales. No podrán cometer ningún delito en dos años y deberán abonar las multas en los próximos 12 meses.
La Policía Nacional desmanteló la plantación en agosto del año pasado. La sentencia indica que el acusado se dedicaba a la venta y distribución de marihuana entre 2015 y 2016 en su vivienda de Porto Cristo. Los agentes realizaron vigilancias en las proximidades de la casa e identificaron a una serie de compradores durante esas fechas. La pareja se cambió de domicilio y continuó con su particular negocio. El 6 de agosto de 2019, a las 7.30 horas, recibieron a unos clientes poco habituales: la Policía Nacional.
Los agentes practicaron un registro en la vivienda tras obtener autorización judicial e intervinieron varias plantas de marihuana que arrojaron un peso total de cinco kilos. La droga alcanzaría un valor de 3.000 euros en el mercado ilícito.