Cinco personas murieron, entre ellas un bebé de nueve meses, en un atropello masivo intencionado, provocado por un alemán de 51 años, que fue detenido minutos después, y que irrumpió con su coche en una zona peatonal de Tréveris (oeste de Alemania).
Según informaron en rueda de prensa fuentes de la investigación, el hombre accedió con su todoterreno a las calles peatonales del centro de la ciudad, entre la Basílica de Constantino y la Porta Nigra, poco después de las 13.45 hora local (11.45 GMT) y recorrió varios centenares de metros haciendo zigzag para atropellar transeúntes y arrollar puestos comerciales.
Apenas cuatro minutos más tarde, cuando salió a una calle con tráfico rodado, fue interceptado por varios coches de policía que habían sido alertado y detenido pese a que presentó resistencia. El frontal del vehículo presentaba evidentes desperfectos.
Los fallecidos son un bebe de nueve meses (su madre resultó herida), una mujer de 25 años, un hombre de 45 y una mujer de 73. La quinta víctima murió horas después en el hospital a consecuencia de las heridas. Además se han contabilizado una quincena de heridos, entre los que hay varios de extrema gravedad.
La Fiscalía de Trier explicó que el sospechoso es un hombre de 51 años con nacionalidad alemana, que nació en Tréveris y que residía en los alrededores de la ciudad, aunque había pasado los últimos días «en su vehículo». Varios medios locales lo identificaron como Bernd W.
El detenido, que estaba fuertemente alcoholizado al ser arrestado (1,4 mg/l de aire expirado, muy por encima del límite legal de 0,25 mg/l) y no tenía antecedentes, aunque se está investigando que pudiese tener algún «trastorno psiquiátrico», ya que recientemente se le habían hecho unas pruebas.
Se le investiga por cinco presuntos delitos de asesinato y «muchos más» de intento de asesinato al entender que se trató de un acto «malintencionado» en el que se empleó el coche «como un arma». Se desconoce el móvil de los actos.
Este miércoles está previsto que pase a disposición judicial y está por ver si queda en prisión preventiva o si se le interna en una institución psiquiátrica, indicó la Fiscalía de Trier. Al parecer prestó declaración ante la policía.
El alcalde de Trier, Wolfram Leibe, se mostró conmocionado en unas breves declaraciones ante los medios tras recorrer las calles afectadas, habló de «horror» y confirmó que una de las fallecidas era una menor.
La jefa del Gobierno del Land de Renania Palatinado, Malu Dreyer, habló de un «día horrible» al visitar a media tarde la ciudad y de «vidas arrancadas» en «un segundo». Destacó especialmente la muerte de «un bebé» y pidió además apoyo rápido para los damnificados.
El portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, dijo por su parte que los hechos de Trier son «estremecedores» y transmitió su apoyo, de parte de la canciller Angela Merkel, a los familiares de las víctimas y a los heridos.
La policía de Trier apuntó que «no tienen ningún indicio de que el peligro perdure» una vez que se ha practicado la detención del conductor.
Toda la zona quedó durante horas acordonada mientras los investigadores recogían pruebas. Unos 300 agentes, incluidas fuerzas especiales, se desplegaron por el centro de la ciudad, algunos de ellos fuertemente armados. Un equipo de artificieros revisó el vehículo para descartar que hubiese algún artefacto y dos helicópteros sobrevolaron durante la tarde Trier.