El plan de la desmantelación de Son Banya fijado por el Ajuntament de Palma fracasa de forma estrepitosa. El mayor supermercado de la droga de Baleares ha visto cómo en los últimos años el número de residentes se ha multiplicado por dos.
Fuentes policiales consultadas por Ultima Hora confirman el citado y preocupante aumento de población. Las autoridades son conscientes que a mayor número de residentes, el porcentaje de personas que se dedican a la distribución y venta de sustancias estupefacientes aumenta de forma exponencial.
«Nunca hemos sido tantos en el poblado. En la actualidad residen entre 600 y 700 personas. Pero contando niños y otros familiares podemos alcanzar el millar de personas», señada Carlos Cortés ‘El Charly', portavoz de los moradores del poblado, patriarca de los gitanos de Balears, presidente de Asociación Gao Caló e hijo de ‘tío Kiko'.
En la actualidad, los clanes de ‘El Moreno' y de ‘La Rosario' son los que despuntan ligeramente sobre el resto, pero el reparto de puntos de venta dentro de Son Banya sigue siendo el mismo. Existen 25 puntos, todos ellos distribuidos de forma equitativa entre los diferentes clanes gitanos que residen y controlan el negocio de la droga. «La gran diferencia que encontramos en relación a años anteriores es que los narcos tienen problemas de abastecimiento de cocaína y heroína. Por ese motivo, cada clan funciona de forma independiente en sus compras. Sudamericanos y marroquíes suelen ser sus proveedores más fieles. Por ese motivo, no existe un clan predominante como antaño con ‘La Paca' o ‘La Guapi', que se encargaban de las compras y después lo distribuían al resto», señala uno de los expertos policiales.
«Vamos a luchar y a llegar hasta donde haga falta para que se respeten los derechos de las familias que aún viven en Son Banya. Ninguna se marchará si el Ajuntament no les da una vivienda en propiedad a cambio de la que ahora tienen en el poblado. ¿Dónde van a meter a 1.000 gitanos de Son Banya? El alcalde tiene que sentarse con nosotros y llegar a un acuerdo. Nos tienen que acondicionar el poblado y nosotros empezaremos a pagar el agua, la luz y nos comprometeremos a escolarizar a los niños y darles formación. Vamos a luchar por la integración, pero no nos pueden echar de nuestras casas», concluye Cortés.
Cort pretendía que en el año 2021 Son Banya fuera un solar
En mayo de 2020, Cort retomó la segunda fase del desalojo de Son Banya. «Nuestra ciudad no se puede permitir tener un núcleo de exclusión social como éste. Por eso continuamos trabajando para hacer que Son Riera-Son Banya sea un solar a finales del 2021», apuntaba Toni Noguera. El plan de desalojo no ha obtenido el éxito esperado.