La segunda ola del coronavirus plantea nuevos escenarios policiales. A pesar de las restricciones de movimientos, la paquetería llega masivamente al aeropuerto de son Sant Joan, donde la Guardia Civil está extremando la vigilancia para evitar la entrada de material prohibido.
Un equipo de Ultima Hora pasó una jornada con los especialistas de la UAR (Unidad de Análisis y Riesgo) del aeropuerto palmesano, donde guardias civiles y personal de Aduanas trabajan codo con codo para interceptar drogas, armas, explosivos o, en estos tiempos, pruebas de PCR no homologadas o mascarillas ilegales.
Miles de paquetes y maletas
En un día de la nueva normalidad, los funcionarios pueden llegar a controlar varios miles de paquetes y maletas que entran en Mallorca vía aérea. El capitán Francisco Albendín es el máximo responsable del operativo, que cuenta con dos armas formidables: los escáner de Rayos X, cada vez más avanzados tecnológicamente, y los perros adiestrados, cuyo olfato es prodigioso. De hecho, el día del reportaje marcaron a un pasajero inglés que arrastraba una maleta. El animal comenzó a olisquearla, muy nervioso. Tras abrirla, se comprobó llevaba entre sus ropas un bateador ya limpio, pero que en su día posiblemente utilizó para guardar marihuana.
El material más interceptado son las falsificaciones. De ropa y de primeras marcas. Algunas son tan fieles a las originales que ni los propios técnicos de las empresas afectadas pueden detectarlo a simple vista.