La Audiencia de Palma ha condenado a tres años de cárcel y multa de 55.000 euros a un joven que introdujo casi un kilo de cocaína en Mallorca a principios de 2020. El acusado, de 27 años, se declaró culpable de un delito contra la salud pública en el juicio que tuvo lugar el pasado lunes en la Sección Primera.
Los hechos ocurrieron sobre las 22.45 horas del 14 de febrero. El joven, que viajaba en un Nissan Juke, fue interceptado por agentes de la Guardia Civil tras desembarcar en el Port de Palma procedente del buque Cecilia Payne, que cubre la ruta Denia-Eivissa-Mallorca.
Un perro adiestrado del Instituto Armado olfateó el interior del vehículo y marcó un punto en el que podría haber sustancia estupefaciente escondida. Los guardias civiles revisaron el coche y enseguida localizaron en el salpicadero un doble fondo que ocultaba cuatro paquetes con droga. En total había 700 gramos.
Los agentes la analizaron con químicos detectores de estupefacientes y dio positivo en cocaína. El conductor, único ocupante del turismo, fue detenido por un delito contra la salud pública. Los guardias civiles le intervinieron, además, 965 euros en efectivo, un ordenador portátil y un teléfono móvil. La jueza de Instrucción número 10 de Palma, que se encontraba en funciones de guardia, decretó su ingreso en prisión.
El joven, asistido por el abogado Miguel Ángel Ordinas, admitió que trajo la droga oculta en el coche hasta Mallorca y aceptó una pena de tres años de prisión.