La banda de la bomba ha vuelto a tratar de volar por los aires otro cajero de un banco. En esta ocasión ha elegido una sucursal de Cala Mendia, en Porto Cristo. Una entidad bancaria situada a 66 kilómetros del polígono de Marratxí, donde lo intentó por primera vez el pasado 10 de julio.
El conserje de un hotel escuchó una fuerte explosión a las 05.00 horas de ayer y avisó de inmediato a la policía. Una patrulla de la Unidad Territorial de Costas (UTC) de la Policía Local de Portocristo se personó enseguida. Los agentes de la Policía Nacional se desplazaron poco después hasta el lugar y dieron varias batidas para tratar de localizar a los delincuentes, pero ya habían escapado.
Caja fuerte
El modus operandi de los delincuentes fue idéntico al del polígono de Marratxí. Hicieron un agujero en la cristalera para acceder al interior de la sucursal después de detonar el cajero automático. A continuación, con una bomba de gas, reventaron el cajero, pero no consiguieron destrozar la caja fuerte. Quedó intacta.
Los policías que acudieron hasta el lugar de la explosión acordonaron la zona hasta la llegada de los especialistas Tedax del Servicio de Desactivación de Artefactos Explosivos de la Guardia Civil. Una vez allí, inspeccionaron la oficina y comprobaron que la forma de actuar era idéntica a la anterior.
La Policía Nacional, que se ha hecho cargo de la investigación, está revisando las cámaras de los alrededores y del banco para ‘cazar' a los sospechosos. Los agentes están convencidos de que se trata de la misma banda que voló el cajero del polígono de Marratxí hace 11 días.
Todo coincide. En ambos casos actuaron de madrugada, utilizaron una bomba de gas propano o butano y realizaron un agujero en la cristalera para entrar en la sucursal. Los delincuentes huyeron sin el botín las dos veces. Siguen con las manos vacías.
La Guardia Civil sigue tras la pista del asalto en el polígono de Marratxí
u La Policía Judicial de la Guardia Civil de Marratxí continúa investigando el intento de robo en un banco del polígono del municipio ocurrido el pasado 10 de julio. La alarma de la sucursal se activó tras la explosión que dejó cuantiosos daños materiales. Las cámaras de la entidad grabaron a los delincuentes.
El método utilizado se ha visto en Sabadell o en Barcelona, pero hasta ahora nunca se había empleado aquí. Los investigadores tratan de identificar a los ladrones a partir de las huellas que dejaron al cortar la cristalera con una sierra de diamante.