Nueva madrugada de alcohol, drogas, botellones y fiestas ilegales con total impunidad en Palma. Una semana más, cientos de jóvenes, gran parte de ellos desfasados, se lanzaron a las calles para participar de improvisadas fiestas clandestinas. En la madrugada del sábado al domingo, los puntos conflictivos, una vez más, se centraron en los polígonos de Son Castelló, Son Rossinyol y, especialmente, en Can Valero (entre el gimnasio Mega Sport y el antigo IO). En estas zonas, grupos de entre 30 y 40 jóvenes, campaban a sus anchas consumiendo alcohol con los maleteros de los coches abiertos y la música a todo volumen.
Otra de las zonas más conflictivas fue el polígono de Son Rossinyol, justo en la parte exterior de sa Possessió, donde centenares de jóvenes hacían botellón sin que la Policía Local hiciera acto de presencia. Una vez más, la falta de efectivos policiales quedó en evidencia. Durante toda la jornada dominical fueron muchos los chicos que participaron en las fiestas ilegales que subieron las grabaciones realizadas del desfase a sus redes sociales.
La madrugada del sábado fue, desde el punto de vista policial, muy complicada los pocos efectivos que estaban de turno se vieron desbordados por los acontecimientos.