Un grupo de buceadores encontró este viernes a las 11.00 horas el cuerpo sin vida de una submarinista en la orilla de cala Marmassen, en Andratx. Los equipos de emergencias se desplazaron de inmediato al lugar tras recibir el aviso y realizaron gestiones para tratar de averiguar la identidad de la víctima. Los agentes descubrieron que se trataba de Lenka Juskanicová, de 55 años y origen checo, que residía en s'Arenal.
Las primeras investigaciones apuntan a que la mujer, que era una apasionada de la fotografía submarina, salió a bucear el pasado jueves por la noche en esa zona y falleció por causas que se desconocen. Todo apunta a un posible infarto.
La Policía Local de Andratx fue la primera en llegar a cala Marmassen tras recibir el aviso de los buceadores que hallaron el cadáver. Los agentes realizaron una inspección en el lugar y encontraron aparcado el Nissan Micra plateado de la mujer en las inmediaciones. Un médico del PAC de Andratx y ambulancias también se trasladaron hasta la zona.
Agentes del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil y de la Policía Judicial encontraron las aletas y las gafas de bucear de la mujer junto a las rocas de la cala, un enclave frecuentado por personas que practican submarinismo. El cuerpo de Lenka Juskanicová no se retiró hasta el mediodía, cuando llegó el médico forense de guardia. Una zodiac se hizo cargo del traslado del cuerpo hasta el Port d'Andratx. Está previsto que en las próximas horas se le practique la autopsia.
Participó en una exposición de fotografía submarina en el Caixafòrum de Palma
Lenka Juskanicová participó en la exposición titulada Mediterráneo. Nuestro mar, como nunca lo has visto, en 2016, en el Caixafòrum de Palma. En la muestra había un panel interactivo dedicado a ella, que entonces trabajaba como recepcionista.
La mujer era una submarinista muy experimentada y una de sus pasiones era tomar fotografías nocturnas bajo el mar. Varios amigos explicaron ayer a este diario que en más de una ocasión le pidieron que no saliera a bucear sola por la noche porque era peligroso. Los investigadores, en un principio, barajaron la posibilidad de que se hubiera golpeado con las rocas, pero no presentaba golpes en el cuerpo.