Al menos 14 personas resultaron heridas de bala este martes en un tiroteo ocurrido durante un funeral en la ciudad estadounidense de Chicago. El tiroteo se produjo sobre las 18.30 hora local (23.30 GMT) cuando varios individuos, desde un vehículo negro, abrieron fuego contra los asistentes al sepelio en una funeraria del sur de la ciudad, dijo un portavoz de la Policía, Eric Carter.
Algunos de los asistentes al funeral respondieron con disparos contra el vehículo, que terminó por accidentarse y con sus ocupantes a la fuga. Carter explicó que policías detuvieron a «una persona de interés» que está siendo interrogada.
El portavoz policial también detalló que en la escena del tiroteo se recuperaron unas 60 balas.
Un portavoz de los Bomberos de Chicago, Larry Langford, aseguró que muchas de las personas heridas están en estado grave.
Aunque las autoridades no hicieron público el motivo del tiroteo, Carter confirmó que una patrulla policial estaba destinada al funeral, algo habitual cuando el fallecido tiene vínculos con pandillas.
La cadena televisiva CBS informó de que el fallecido era un varón que fue asesinado de un tiro en la cabeza y otro en el torso la semana pasada.
Medios locales también revelaron que la Policía había sido advertida de que se estaba preparando una emboscada durante el funeral, algo que Carter no confirmó.
El tiroteo ocurre en un momento de tensión entre las autoridades locales y el Gobierno de Donald Trump, que ha amenazado con enviar fuerzas federales a Chicago y a otras ciudades de Estados Unidos con alcaldes del Partido Demócrata para contener la violencia.
«¿Y Chicago? ¿Necesitarán ayuda después de este fin de semana? ¿Conocen los números? ¿Los han oído? Muchos, muchos heridos de bala. Muchos, muchos muertos. No estoy hablando de uno, dos. ¿Fueron 18? Creo que más. Esto es peor que Afganistán», dijo Trump este lunes.
Según datos de la Policía, 11 personas murieron y otras 59 resultaron heridas de bala durante el fin de semana. La alcaldesa de Chicago, Lori Lightfoot, respondió este martes que «bajo ninguna circunstancia» permitirá que Trump despliegue agentes federales en Chicago para «aterrorizar» a sus ciudadanos.