La noche en Punta Ballena, Magaluf, ha cambiado. Hace un año, las noches de julio eran sinónimo de desfase, descontrol e incidentes. Sin embargo, la entrada en vigor de la resolución de la consellera de Salut i Consum que obligaba al cierre de todos los establecimientos de comercio, ocio y restauración en zonas de Palma y Magaluf ha cambiado la postal. La noche del viernes se vivió relajada, en parte por la presencia de una treintena de agentes, entre Guardia Civil y Policía Local de Calvià.
Sin embargo, la madrugada dio paso a una nueva escena de violencia en la que podría ser la última pelea en Punta Ballena. Dos grupos se enzarzaron en una sucesión de puñetazos y agarrones en la oscuridad de una calle marcada por los locales cerrados ante las cámaras de algunas personas que grabaron los hechos.
Pese a todo, el altercado se disipó antes de que pudieran personarse agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.