La Guardia Civil de Tráfico le dio el alto en un control en Calvià y se detuvo. Poco después se arrepintió y aceleró. Y no solo esto, sino que en su huida golpeó con el vehículo que conducía a un agente en una mano y tuvo que apartarse para no ser embestido. Por ello ha sido condenado a 16 meses de cárcel y a once meses de retirada de carnet.
Los hechos, tal y como relata la Fiscalía, sucedieron la madrugada del 4 de agosto de 2018. El imputado conducía el coche de una amiga y al intentar acceder a Palmanova se toparon con un control de la Guardia Civil. Se detuvo y entró en el arcén. Cuando un agente se dirigió hacía él aceleró para huir de allí. En la marcha casi atropella al otro guardia civil, que tuvo que apartarse. Aun así fue golpeado en su mano izquierda.
El ministerio público solicitaba para el joven una pena de tres años y medio de prisión por un delito contra la seguridad vial y uno de atentado. Tras una conformidad la condenada quedó en 16 meses de cárcel, que quedó suspendida por dos años, y once meses de retirada de carnet. La Fiscalía tuvo en cuenta el atenuante de toxifrenia.