Parar o estacionar el vehículo en una plaza de personas con movilidad reducida usando de forma fraudulenta las tarjetas para este colectivo puede acarrear antecedentes penales.
Se trata de una práctica más común de lo que parece, periódicamente las policías municipales de Baleares se topan con este tipo de situaciones ilegales y además insolidarias.
Por este motivo, la Policía de Palma ha recordado en las últimas horas a través de las redes sociales que «la Ley autonómica de Accesibilidad contempla sanciones de a partir de 300 €, por ejemplo, por uso fraudulento de tarjetas de personas con movilidad reducida».
El agente virtual de Palma remarca que utilizar esa tarjeta sin ser el titular resulta «una falsificación que daría lugar a un presunto delito que conllevaría antecedentes penales».