Se acabó la tregua por el coronavirus. La Guardia Civil llevó a cabo este viernes una gran operación antidroga en el Port de Pollença y en Muro, que se saldó con tres detenidos, sustancias estupefacientes intervenidas y dinero en efectivo hallado en los registros.
Los agentes llevaban meses tras estas organizaciones, que controlan el menudeo de droga en el Norte de la Isla, pero el parón por la pandemia impuso otras prioridades policiales. La investigación, sin embargo, no se detuvo y ayer por la mañana, a las ocho y media, los funcionarios irrumpieron en sendos pisos del Port de Pollença y Muro.
Drogas y dinero
La calle Llebeig del Port de Pollença quedó cortada mientras los agentes llevaban a cabo el registro y detenían a los sospechosos. Numerosos vecinos se acercaron a interesarse por lo que estaba pasando. Tras registrar el domicilio del presunto narco, donde se encontraron drogas, lo trasladaron hasta su coche, que fue inspeccionado con un perro adiestrado. El animal detectó restos de algunas sustancias.
El operativo antidrogas también se desarrolló en Muro, donde fue arrestado otro sospechoso.
Hubo un cuarto detenido este viernes en la Costa de la Calma, en Calvià, relacionado con el tráfico de drogas, pero no tiene vínculos con los del Port de Pollença y Muro.
Los acusados serán puestos ahora a disposición judicial en Inca. Un juzgado instruye las diligencias del caso y ha decretado, de momento, el secreto del sumario.
Satisfacción entre los vecinos: «Por aquí últimamente había mucha droga»
Los vecinos del Port de Pollença reaccionaron ayer con sorpresa, al principio, y alegría, después, al ver llegar a los agentes en seis coches patrulla a la calle Llebeig. «Por aquí últimamente hay mucha droga, así que estamos muy contentos con que la Guardia Civil haga este tipo de operaciones», contó una vecina.
El menudeo ocasiona numerosos problemas a los vecinos, ya que en muchas ocasiones los toxicómanos se equivocan de casa y llaman a la puerta equivocada, a veces a horas intempestivas. También genera inseguridad ciudadana, porque algunos de los consumidores son delincuentes que aprovechan para robar en la zona donde se mueven.