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La caída de la última banda del taladro en Mallorca

Dos miembros de la banda del taladro detenidos en abril de 2019. | Alejandro Sepúlveda

| Palma |

La Guardia Civil encontró en el piso en el que vivían dos integrantes de la banda del taladro, en la calle Martina Pascual de Es Pil·larí, un mapa de Mallorca. Algunos municipios estaban marcados con círculos de colores como si fueran lugares visitados por los ladrones. Una especie de ruta turística por el casi medio centenar de chalets de lujo que desvalijaron entre 2018 y 2019.

Los delincuentes se apoderaron de coches de alta gama, joyas, relojes, dispositivos electrónicos o dinero en efectivo. Actuaban de forma sigilosa, rápida y sin violencia. «La oleada de robos fue brutal, era gente de origen albanokosovar con adiestramiento militar capaz de asaltar cuatro casas en una noche. Tenían rutinas establecidas a la hora de perpetrar los golpes, siempre de noche, y cuando los moradores dormían. Usaban un taladro silencioso, de última generación, para agujerear las ventanas a la altura de la maneta y después introducían una varilla con forma de ‘S' para acceder a los domicilios», explican fuentes de la investigación.

«Los denunciantes decían que no habían oído absolutamente nada. Los ladrones eran buenos porque llevaban años haciendo lo mismo». La Guardia Civil detuvo en abril de 2019 a dos miembros de la presunta organización en un modesto primer piso de Es Pil.larí. La pareja de uno de ellos, que reside en Valencia, había alquilado la vivienda que les servía de escondite. Los investigadores arrestaron a otros seis integrantes entre agosto y septiembre tras la ‘operación Grey Lion' y recuperaron un Porsche 911, un BMW X5, un Golf y un Seat León.

Tres coches recuperados por agentes de la Guardia Civil.

Identidades falsas

La Fiscalía pide condenas que suman 47 años de cárcel para cinco personas de la banda del taladro. Once y medio para dos hombres que, además de un delito continuado de robo con fuerza en casa habitada y pertenencia a grupo criminal, están acusados de falsedad en documento oficial porque utilizaban identidades italianas falsas.

El ministerio público solicita nueve años y medio para otros dos individuos y cinco para una joven que se encargaba de la logística. La red deberá indemnizar a las víctimas, la mayoría extranjeras, con más de 540.000 euros por las joyas, objetos y dinero sustraído.

El ‘tour' de la banda del taladro pasó por Santa Ponça, Santanyí, Santa Eugènia, Porto Cristo, Campos, Llucmajor, Andratx, Portals Nous o Son Serra de Marina, entre otras localidades. El líder del grupo coordinaba los robos. Decidía dónde se tenían que instalar, los coches que utilizaban para desplazarse y los viajes que hacían desde Valencia y Barcelona. La organización estaba compuesta por seis hombres albanokosovares y dos españolas. Dos de los ladrones están en paradero desconocido y la Fiscalía ha pedido el sobreseimiento de la causa contra una de las mujeres.

El primer robo que la Fiscalía recoge en su escrito se produjo el 13 de julio de 2018 en un domicilio de Santa Ponça. Dos hombres se hicieron con un reloj Jaeger-LeCoultre, un collar de oro y diamantes y un anillo de oro, además de un Mercedes E200. La banda volvió a actuar el 3 de agosto y el 24 e hizo un parón en su ‘gira' hasta febrero de 2019. Asaltó numerosas viviendas y la Guardia Civil los detuvo a las 08.00 del 22 de abril en Es Pil.larí.

El jefe los sustituyó por otros tres encausados que envió a Mallorca a finales de julio para retomar la expedición. El viaje fue corto, pero lo aprovecharon entrando en 13 casas en tan solo diez días. El 3 de agosto, en Campos, dieron su último golpe. La ‘gira' había terminado.

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