La Guardia Civil está investigando el origen de 145 kilos de cocaína que aparecieron ocultos en una estructura flotante en el mar, entre iBIZAy Formentera. De momento se no han practicado detenciones y la Policía Judicial baraja varias hipótesis.
De acuerdo con los datos facilitados ayer por la Oficina Periférica de Comunicación (OPC) de la Comandancia palmesana, el descubrimiento se produjo el pasado 14 de junio, domingo, cuando detectaron cuatro bidones de combustible de color azul, flotando en el agua.
Al acercarse una embarcación, descubrieron que en medio de la estructura había una red que contenía cuatro bolsas estancas y en el interior había decena de fardos de droga, en concreto cocaína de gran pureza. Los paquetes eran de distintos colores: azul, amarillo, gris o rojo. Los GEAS (Grupo Especial de Actividades Subacuáticas) se hicieron cargo de los bidones y las bolsas, y ahora es la Policía Judicial la que rastrea su origen.
Una posibilidad es que el alijo fuera arrojado al mar porque en breve iba a recogerlo otra embarcación, pero la inesperada presencia en la zona de la Guardia Civil frustró los planes. Tampoco se descarta que alguna lancha se deshiciera de la droga porque estaba a punto de ser inspeccionada por Fuerzas de Seguridad o funcionarios de la conselleria de Pesca, que vigilan esas aguas para controlar que no se produzcan excesos o daños a la posidonia. La droga intervenida será incinerada en breve y ahora se investiga si su destino final era Eivissa, Mallorca o algún país europeo.
Durante el estado de alarma el cierre de fronteras ha complicado mucho la entrada de coca, heroína y otras drogas duras en Balears, de ahí el auge de las plantaciones de marihuana.