La polémica suscitada por un vídeo viral sobre la legalidad de la entrada de agentes de la Policía Nacional en un piso de Palma donde se celebraba una fiesta durante la ‘fase 0' del estado de alarma recibe el apoyo vecinal.
Según fuentes próximas al caso al que ha tenido acceso Ultima Hora, hace unos días la Policía Nacional tomó declaración a varios vecinos del inmueble. Todos ellos reconocieron en la sede policial y por escrito que escucharon sin ningún género de dudas cómo el inquilino del piso autorizaba a los agentes a acceder al interior de la vivienda.
Asimismo, también se tomó declaración a una de las inquilinas y residente en el piso que reconoció que estaban celebrando una fiesta de cumpleaños, que habían invitado a tres personas foráneas y que éstas fueron los causantes del gran estruendo que generó la llamada de los vecinos a la policía.
De madrugada
Los hechos se remontan a las 2.17 horas de la madrugada del sábado día 9 de mayo. Es decir, Baleares se encontraba en ‘fase 0' y las restricciones de movilidad estaban reguladas por el decreto del estado de alarma. Mientras los ciudadanos cumplían con sus obligaciones, según consta en el atestado policial y ratifica una de las propias moradoras de la vivienda, uno de sus compañeros de piso decidió montar una fiesta e invitar a dos chicos y a una chica. Entre ellos, se encontraba el autor del vídeo, que ahora se encuentra en paradero desconocido.
Los vecinos, alertados por el ruido y el desfase, decidieron llamar a la policía. A su llegada, los agentes tocaron a la puerta y se entrevistaron con el titular del contrato de alquiler del piso. Éste, en un principio, les dijo que estaba solo junto a sus dos compañeras de piso y que allí no pasaba nada. Los funcionarios policiales le pidieron permiso para entrar y comprobarlo, y el chico accedió sin problemas.
Una vez dentro, los policías detectaron botellas de alcohol, vasos, cubitos etc... en una de las habitaciones vieron a una cuarta persona escondida debajo de la cama y una quinta metida en un armario. Acto seguido, el joven que estaba debajo de la cama agazapado comenzó a gritar y a grabar la escena con su teléfono. En una actitud chulesca conminó a los agentes a salir de la casa de inmediato.
Miente a la policía
El principal acusado se encuentra ahora en paradero desconocido. El instructor de la causa le imputa un presunto delito de desobediencia por incumplimiento reiterado a las instrucciones de los agentes; una infracción por permanecer fuera del domicilio sin motivo justificado durante el estado de alarma; una infracción de la Ley Orgánica 3/18 de protección de datos y, finalmente, una infracción al artículo 36.2-3 de la Ley de Seguridad Ciudadana por grabar y difundir la imagen a través de grupos de WhatsApp, redes sociales y medios de comunicación de agentes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, identificando y poniendo en riesgo sus vidas.
Las diligencias ya han sido remitidas al juzgado y en los próximos días la Policía Nacional tratará de localizar al autor del vídeo para ponerlo a disposición judicial.
El inquilino de la casa se ha negado a declarar.