Bing Liu, un profesor de la Universidad de Pittsburgh (Estados Unidos) de origen chino que tras semanas de investigación sobre el coronavirus estaba en disposición de realizar «hallazgos muy significativos» −así lo apuntan fuentes académicas−, tal vez sobre el origen de la COVID-19, fue asesinado el pasado fin de semana, según publican numerosos medios internacionales en base a informaciones de la Policía.
Bing Liu presentaba numerosos impactos de bala, según el Departamento de Policía de Ross, informa la CNN. Además, cerca del domicilio del profesor asesinado a balazos se encontró el cuerpo de un individuo que aparentemente se había suicidado en su vehículo.
La investigación apunta que este segundo hombre, del que de momento se desconoce su identidad, asesinó a Liu en su casa antes de quitarse la vida dentro del coche.
El móvil del asesinato es de momento una incógnita, aunque esta concatenación de hechos ha despertado todo tipo de especulaciones, especialmente las que alimentan una cierta teoría de la conspiración sobre el origen de la pandemia.
Según CNN, citando a sus colegas del Departamento de Biología Computacional y de Sistemas de la universidad, «Bing estaba a punto de hacer hallazgos muy significativos para comprender los mecanismos celulares subyacentes a la infección por SARS-CoV-2 y la base celular de las siguientes complicaciones».
Como homenaje a su persona y a su figura y «excelencia académica» sus compañeros se han comprometido a terminar la investigación de Bing Liu.