La Policía Nacional ha detenido en Barcelona a un hombre, que ya ha ingresado en prisión provisional, acusado de abusar sexualmente en 2015 de un niño de tres años y difundir el vídeo, de catorce segundos, en foros pedófilos donde contactaba con otros delincuentes sexuales.
Según ha informado este martes la Policía, el detenido, que ha sido arrestado en colaboración con Europol, utilizaba las imágenes grabadas cuando supuestamente abusó del menor en 2015 para poder entrar a foros de pedófilos de la red oscura de Internet (Dark Web) donde se impone el envío de material de producción propia como requisito de acceso.
Debido a la crisis sanitaria por el coronavirus, los expertos de la Unidad Central de Ciberdelincuencia de la Policía Nacional tuvieron que efectuar un registro remoto desde Madrid, observando y asesorando «en vivo» a los agentes que se encontraban en Barcelona, ya que la detención se practicó el pasado 14 de marzo, día en que se decretó el estado de alarma por la COVID-19.
La investigación comenzó a raíz de la colaboración internacional entre distintos organismos en la lucha contra la pornografía infantil, después que el departamento de la policía del estado de Queensland, en Australia, advirtió que un vídeo de 14 segundos, encontrado en Bélgica y Francia, podía tener su origen en España.
En concreto, en el vídeo, grabado en 2015, aparecían imágenes de abusos sobre un niño de tres años por parte de un adulto, pero no se distinguía ningún rostro ni se oía ninguna voz ni sonido relevante.
Los investigadores utilizaron técnicas avanzadas de identificación para intentar localizar al supuesto pederasta, con lo que lograron aislar algunos elementos del entorno y de la ropa, así como características físicas del agresor, que sirvieron para elaborar un perfil del sospechoso.
Además, analizaron el mensaje publicado junto al vídeo, escrito en inglés y en español, y descubrieron que originalmente estaba escrito en castellano y que la traducción era automática.
A partir del análisis del mensaje, los investigadores dedujeron que el español utilizado era el que se habla en España y no en otros países de habla hispana.
Con esta información, los agentes rastrearon la internet oculta (Dark Web) con la ayuda de Europol y localizaron que el mismo usuario se había registrado en muchos más foros de pedófilos y que incluso había colgado varios mensajes, lo que les permitió llegar hasta una dirección de correo electrónico, a partir de la cual obtuvieron la edad de nacimiento y que residía en Barcelona.
Aunque era probable que se tratara de información falsa, estos descubrimientos confirmaron las sospechas de que el autor podía encontrarse en España.
Además, se averiguó que entre las personas que se relacionaban con este perfil había una mujer cuyo hijo tenía el mismo nombre que el título del vídeo de 14 segundos y que en 2015, cuando supuestamente se produjo el abuso sexual, el pequeño tenía tres años.
De hecho, localizaron varias fotografías del menor junto al investigado, por lo que los agentes trabajaron con la hipótesis de que podría seguir siendo víctima de abusos en la actualidad.
Con todos estos datos, la Policía preparó un desplazamiento de efectivos de su Unidad Central de Delincuencia a Barcelona, aunque lo tuvieron que replantear porque justo el día que tenían que desplazarse a la capital catalana se decretó el estado de alarma por el coronavirus.
Ante esta situación, se optó por encargar a la Brigada Provincial de la Policía Judicial de Barcelona que solicitara al juez que autorizada un registro remoto del domicilio del sospechoso, lo que permitió inspeccionar sus ordenadores a distancia, con el apoyo en el lugar de los efectivos de la policía en la capital catalana.
En el registro remoto, se encontraron los correos electrónicos investigados, así como accesos a la Dark Web a través de diferentes sistemas y fotografías corporales del sospechoso que no dejaron dudas de que era el adulto que salía en el vídeo de 14 segundos, por lo que fue detenido y puesto a disposición judicial, y tras ello, ingresó en prisión preventiva.
En la operación, la Policía intervino cuantioso material que está pendiente de análisis ya que podría aportar pistas sobre otros investigados de la red oscura.