Farmacias, gasolineras, estancos, kioscos, supermercados y tiendas de alimentación en general. No tienen mucho donde elegir los delincuentes durante el estado de alarma. Su campo de acción se ha visto reducido de manera considerable. No hay más que ver el desplome de los delitos durante las últimas semanas. Pero aun así, los malhechores siguen haciendo de las suyas.
A primera hora de este martes un hombre armando con un cuchillo decidió atracar la farmacia de la calle Pau, en Palma. No pensó si habría mucho o poco dinero en la caja. La desesperación no entiende de horas y no calcula el beneficio. Consiguió su propósito, aunque el botín fueron unos escasos 20 euros, la recaudación que había hecho el establecimiento minutos después de abrir su puertas.
La policía le busca. La sala del 091 recibió la llamada de la víctima, la trabajadora de la farmacia, pasadas las 9.00 horas. Explicó a los agentes que un hombre, con acento español y de unos 30 años de edad, acababa de atracarle amenazándole con un cuchillo de grandes dimensiones. La empleada no opuso resistencia e incluso quiso hacerle ver al ladrón que no había en la caja lo que él esperaba, pero no sirvió de nada. Estaba decidido a perpetrar el atraco. Cogió los exiguos 20 euros y se marchó a la carrera.
Pasados unos minutos se presentaron en la calle Pau varias dotaciones de la Policía Nacional que, tras entrevistarse con la empleada de la farmacia, hicieron varias batidas por la zona, repleta de callejones, sin dar con el sospechoso. A pesar de ello no se descarta que en las próximas horas, y con los detalles ofrecidos por la víctima, puedan apresarlo.
Mayor vigilancia
El CNP lleva días intensificando la vigilancia en las farmacias, sabedores de que pueden ser el objetivo de los delincuentes.
Asimismo la Guardia Civil hará lo propio en los distintos pueblos de la Part Forana.