Los vecinos de un conocido bar de la barriada de Son Cladera alertaron a la central del 091 de que, todas las mañanas, el propietario del establecimiento incumplía el cierre obligado de la actividad durante el estado de alarma por el coronavirus.
Una patrulla de la Policía Nacional se personó en el lugar y comprobó que en el interior del establecimiento había varios clientes tomando café.
Acto seguido, se denunció al dueño y a las personas que había dentro.