Un pescador furtivo de calamares faenaba el miércoles pasado, alrededor de las 20.00 horas, por aguas de Sant Elm. El hombre, de unos 70 años de edad, navegaba sin luces y con el motor apagado en un pequeño bote azul y blanco bautizado como ‘Cliper Segundo'.
En el interior de la embarcación llevaba dos remos y tres cubos azules. Algunos vecinos de la zona alertaron a la policía de la presencia del pescador, cerca de Cala en Basset, en pleno estado de alarma por el brote de coronavirus.
Agentes de la Policía Local de Andratx se desplazaron de inmediato tras las llamadas de los vecinos hasta la costa de Sant Elm y montaron un dispositivo para localizar al pescador furtivo de calamares. Apenas había luz, pero en cuestión de minutos observaron movimiento en el mar. Los policías, que iban con linternas, interceptaron al hombre cuando regresaba a tierra y le interpusieron una sanción por incumplir el estado de alarma.
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Los agentes no comprobaron si el pescador cuenta con licencia de pescar recreativa o si tiene autorización para pescar calamares. Únicamente lo sancionaron por incumplir las restricciones impuestas por el Gobierno para combatir la expansión del coronavirus. Las sanciones que se pueden aplicar por no respetar el estado de alarma oscilan entre los 600 y los 30.000 euros.
Barco alquilado
Por otra parte, agentes de la Guardia Civil interceptaron este jueves a cinco turistas que alquilaron un barco en Mallorca y se fueron hasta Eivissa. Una vez en la isla, los agentes los sancionaron por incumplir el estado de alarma.
Los extranjeros decidieron probar suerte en Formentera, pero les volvieron a ‘cazar'.
Agentes de la Benemérita los sorprendieron de nuevo y los multaron. Los turistas repostaron y se dirigieron hacia Portugal. El expediente ha sido remitido a la Delegación del Gobierno que les comunicará en los próximos días la cuantía de las multas.