El Minerva ya es historia. El yate que se prendió fuego la mañana del domingo en Puerto Portals acabó hundiéndose tras quedar calcinado. El amplio dispositivo de los Bomberos de Mallorca que participó en las tareas de extinción estuvo trabajando más de diez horas para conseguir su propósito.
Según las primeras hipótesis, el voraz incendio de la embarcación, de veinte metros de eslora, se inició en la bodega minutos después de las 6.00 horas. Afortunadamente en ese momento no se encontraba nadie en el interior y por ello no hubo que lamentar daños personales.
Combustible
A pesar del gran esfuerzo llevado a cabo por los bomberos desplazados al lugar, estos no pudieron evitar, a falta de confirmación oficial, que se produjera el vertido de casi 3.500 litros de combustible al mar. Para intentar evitarlo varios operarios colocaron tres barreras flotantes para contener las sustancias contaminantes. Ayer por la mañana se podía observar en el lugar del incendio el estado del Minerva. Solo asomaba la proa.
En las labores de extinción participaron bomberos de los parques de Calvià, Llucmajor e Inca. El fuego generó una intensa humareda que era visible desde varios kilómetros de distancia, por lo que las llamadas al 112 no pararon de sucederse durante toda la mañana. Los vecinos más próximos al puerto deportivo tuvieron que quedarse en casa por el peligro que emanaba el humo procedente del yate. Esa prohibición se sumaba a la puesta en marcha horas antes tras decretarse el estado de alarma por el coronavirus.
Tras más de diez horas de trabajos ininterrumpidos para acabar con las llamas, llegó el momento de iniciar la investigación para esclarecer los hechos. La Guardia Civil ya ha iniciado los trabajos para arrojar algo de luz del misterioso incendio del Minerva, del que solo queda el recuerdo.