Una operación desarrollada por la Guardia Civil de Cáceres ha permitido hasta el momento la detención en Madrid de tres hombres y una mujer de distintas nacionalidades pertenecientes a una organización criminal a la que se le atribuye una estafa por importe superior a los 100.000 euros a víctimas de todo el país mediante la utilización de la aplicación de pago móvil 'Bizum', para la cual se hacían fraudulentamente con los datos de los estafados.
Estas cuatro personas han sido detenidas en Madrid y se les atribuyen los delitos de estafa, usurpación de identidad y pertenencia a organización criminal. La Operación Escaleta sigue abierta y no se descartan nuevas detenciones. De hecho, se están realizando gestiones al respecto para la plena identificación y detención en Perú del cabecilla de la trama.
La investigación la iniciaron los agentes de la Guardia Civil pertenecientes a los Equipos de Investigación Tecnológica (EDITE) y de Delitos contra el Patrimonio de la Unidad Orgánica de Policía Judicial (UOPJ) de Cáceres el pasado mes de agosto, tras tener conocimiento de una supuesta estafa a un vecino de Navalmoral de la Mata a quien, a través de la aplicación de pagos «Bizum», previo engaño, consiguieron realizarle varias transferencias desde su cuenta bancaria por un total defraudado de 11.000 euros.
Los criminales realizaban llamadas telefónicas desde Perú, con las que contactaban con personas residentes en España, embaucándolas mediante la denominada «Ingeniería Social», técnica usada por criminales y ciberdelincuentes para obtener información confidencial a través de la manipulación de sus víctimas, indica la Guardia Civil en nota de prensa.
Su objetivo es conocer la operadora de telefonía a la que pertenecían para, días más tarde, haciéndose pasar por trabajadores de dicha operadora, proponerles una rebaja de su factura o regalos de dispositivos electrónicos y, si accedían a ello, les conminaban a facilitarles las numeraciones de sus cuentas bancarias o tarjetas de débito/crédito para consumar la oferta.
Tras esto, asociaban esas tarjetas y/o cuentas bancarias a la aplicación de pagos a través de telefonía «Bizum», la cual necesita para operar en cada transacción un número PIN de conformidad que, inconscientemente, era facilitado por las víctimas a los estafadores, en la creencia de que era un código para activar la oferta de la operadora.
Disponiendo los delincuentes del número de teléfono, número de cuenta o tarjeta de crédito/débito y el PIN de conformidad en cada operación, efectuaban transferencias a cuentas de personas, supuestamente ajenas a la trama, denominadas «mulas», las cuales realizaban reintegros en cajeros automáticos de las cantidades estafadas.
Estas cantidades eran entregadas a una tercera persona (mula superior) quien, a su vez, las remitía, a través de empresas de envío de dinero, al cabecilla de la trama ubicado en Perú y del cual se están realizando gestiones al respecto para su plena identificación y detención.
Cabe destacar que estas 'mulas' eran captadas en los Centros de Atención al Refugiado de la Comunidad de Madrid, aprovechando su situación de precariedad económica, quienes recibían una cantidad de dinero indeterminada como pago por sus servicios.
Después de una «compleja y laboriosa» investigación policial, la Guardia Civil ha conseguido identificar a los supuestos autores de los hechos, tres hombres y una mujer de origen sudamericano, procediendo finalmente a su detención en Madrid el pasado día 19 de febrero, por los delitos de estafa, usurpación de identidad y pertenencia a organización criminal.
Tras la instrucción de las diligencias policiales correspondientes, los detenidos han sido puestos a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Nº 1 de Navalmoral de la Mata (Cáceres).
La Guardia Civil aconseja, con el fin de evitar el robo de datos y de información a través de la Ingeniería Social, no dar nunca las claves privadas a nadie, ya que, por lo general, si un técnico o entidad bancaria necesita acceder a su cuenta o a su información, podrá hacerlo sin problema sin que se los suministre.
Antes de introducir sus datos en Internet, hay que asegurarse de que la página web es correcta, y no hay que abrir ficheros o archivos extraños, aunque proceda de un remitente conocido.